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Tener una huerta orgánica puede ocupar muy pocos metros, puede hacerlo en un departamento y el costo es bajísimo: ronda los 10 pesos como capital, si no tiene demasiadas pretensiones.

Las huertas orgánicas se basan en la producción hortalizas, cereales y otros cultivos de manera natural, sin pesticidas, ni químicos, ni modificación genética.

“Con un terreno de 10 metros por 10, alimentas a cinco personas durante un año. Además, con una variedad importante de verduras: podés tener muchas plantas de hojas verdes, rabanitos, tomates, etcétera”, sostiene Manuel Martí, titular de la Unión Vegetariana Argentina (UVA), en diálogo con Infobae.com.

Según Martí, el objeto es tener alimentos variados y naturales. La UVA promociona toda la alimentación orgánica, es decir, sin tratamientos químicos.
“Lo ideal es conseguir tierra que no haya sido tratada con venenos. Puede ser tierra negra o incluso un suelo franco arenoso”, añade.

Las dimensiones del terreno, en realidad, difieren según el especialista.
Cristina Vázquez es ingeniera agrónoma y socia de "Días de Huerta", una empresa que se dedica a asesorar a instituciones, personas y comunidades para elaborar una huerta orgánica sustentable.

“Como mínimo se requiere un (terreno) fértil, que si no lo es, deben agregarse los nutrientes para convertirlo. La base del éxito de una huerta orgánica es el suelo”, señala a Infobae.com.

Según Vázquez, una familia tipo requiere entre 70 y 100 metros cuadrados de suelo fértil para armar una huerta orgánica. La ingeniera señala que algunas hortalizas de verano, como el zapallito y las chauchas, demandan más espacio para su correcto crecimiento.

Si no dispone de un terreno apropiado o vive en departamento, puede cultivar algunas hortalizas en macetas y canteros que estén al sol. “La lechuga, rúcala y el rabanito, por ejemplo, no necesitan de mucha profundidad”, explica Martí.

“En una terraza con cinco canteros se puede cultivar alguna hortaliza y una aromática”, sostiene la especialista.

El agua es otro recurso indispensable y debe ser potable.
Asimismo, algunos cultivos son trepadores, es decir, puede utilizarse una red de alambres o un palo guía para cultivarlos. Es el caso de la papa del aire, por ejemplo.

Asesoramiento, una herramienta fundamental

En caso de iniciar una pequeña huerta, es necesario asesorarse o capacitarse, ya sea a través de libros, internet o del programa Pro Huerta del INTA, aunque este plan está dirigido a familias de bajos recursos.

Cristina Vázquez asegura que es un requisito indispensable poseer algún tipo de conocimiento. “Mínimamente debe haber una capacitación. Es necesario conocer la cantidad de agua que lleva cada cultivo, saber cómo trasplantar, realizar la siembre, la poda y el raleo”, enumera.

En "Días de Huerta" asesoran y diseñan la huerta con un sentido estético y con el objetivo de que esté a gusto del consumidor y de sus necesidades.

Algunos consejos

*Busque un espacio al sol donde pueda efectuar la huerta.
Haga una lista de las verduras, hortalizas y plantas aromáticas que le gustaría consumir.

*Asesórese con un manual, un curso de capacitación o profesionales que le indiquen las posibilidades de cultivar los alimentos que elaboró en su lista.

*Algunos podrían ser desechados si no cumple con requerimientos fundamentales (suelo fértil, agua potable, espacio y profundidad del terreno).
Asimismo, evalúe si hará rotación de cultivo: algunas hortalizas se producen casi todo el año; otras, en cambio, son estacionales.

*Una vez asesorado sobre las condiciones del terreno, evalúe los costos de semillas: algunas son más caras pero están certificadas y le garantizarán un buen cultivo.

*Las verduras de hoja son mas rápidas de crecimiento y requieren menos cuidados. Puede comenzar con rúcala, lechuga o albahaca para entrenarse.
Las raíces o tubérculos llevan más tiempo como también algunos frutos, como coliflor, repollo el ajo, etc.

*Asocie cultivos como remolacha, berenjena o tomate con flores: algunas atraen a los insectos dañinos y evitan que se le arruine la plantación.